La globalización ha cambiado el mundo. No solamente en lo que se refiere a la economía de los países, sino también la propia vida de las personas. Más aun cuando a eso le sumamos otros factores de cambio como el lanzamiento de la mujer al mercado laboral.
Un excelente ejemplo es la sentencia que hoy nos convoca. El caso involucraba una pareja divorciada, en la cual la madre -integrante del servicio exterior de la República-, había sido promovida y en su virtud había sido designada para ocupar un cargo en una importante Misión uruguaya en el exterior. El lector puede anticipar sin esfuerzo el punto en discusión: la autorización de los hijos menores a viajar al exterior.
La madre sostenía que había relegado su carrera profesional y había incluso consentido una disminución en sus ingresos económicos debido a la oposición del padre a autorizar la partida de sus hijos menores. El padre en cambio afirmaba que la madre había optado por dar prioridad a sus aspiraciones profesionales por encima del bienestar de sus hijos, opción por la cual no debía ser premiada.
El Tribunal dio razón a la madre y autorizó la radicación de los menores en el exterior; incluso previó a texto expreso una rigurosa agenda de comunicaciones vía Skype y pasajes aéreos para las visitas del padre.
Con criterio, el Tribunal estableció que puede existir un buen contacto a distancia, así como un pésimo contacto a escasos metros: “ante los escenarios planteados, ejerciendo la madre la tenencia, y teniendo también pleno derecho a concretar sus aspiraciones profesionales, está plenamente justificado el traslado al exterior.”.
Tras puntualizar que el padre tendría el mismo derecho si él fuera asignado a trabajar en el exterior -y que no corresponde discriminar por la mera razón que sea la mujer quien deba radicarse en el exterior-. El fallo remató: “el eje del tema (…) no solo está en la distancia sino fundamentalmente en la actitud de los adultos. (…) Seguramente, las partes que mejor lo hagan, recibirán el premio de la felicidad de sus hijos, sea que vivan por unos años aquí o en el exterior.”
Sabias palabras.